A través de la tensión ocular, controlamos la presión intraocular para controlar o prevenir el glaucoma, sobre todo para pacientes con predisposición genética a padecerlo.
Cuanto la tensión ocular es mayor de 21mmHG, se dice que la persona sufre hipertensión ocular y éste es el principal riesgo para desarrollar el glaucoma. Si no se trata, puede provocar importantes pérdidas de visión.
La edad, padecer miopía alta, diabetes, tener antecedentes familiares con glaucoma o hipertensión... Son factores para la aparición de la tensión ocular elevada.